El peso: ¿superpeso?
Damm Arnal, Arturo
El peso: ¿superpeso?
Ayer el peso era una moneda débil y enferma; hoy se habla del superpeso. ¿Será posible, en tan poco tiempo, una transformación de tales magnitudes? Con otras palabras: ¿es el peso un superpeso? La respuesta, desafortunadamente, es negativa: el peso dista mucho de ser esa supermoneda de la que algunos hablan. Por el contrario, sigue siendo una moneda débil y enferma, menos enferma y débil que en el pasado, pero todavía frágil y achacosa, y ello por una razón que no debemos, a la hora de analizar las condiciones de nuestra moneda, pasar por alto: la inflación, que sigue estando presente, impidiendo la estabilidad de precios y propiciando la pérdida del poder adquisitivo de nuestro dinero.
El peso: ¿superpeso?
Ayer el peso era una moneda débil y enferma; hoy se habla del superpeso. ¿Será posible, en tan poco tiempo, una transformación de tales magnitudes? Con otras palabras: ¿es el peso un superpeso? La respuesta, desafortunadamente, es negativa: el peso dista mucho de ser esa supermoneda de la que algunos hablan. Por el contrario, sigue siendo una moneda débil y enferma, menos enferma y débil que en el pasado, pero todavía frágil y achacosa, y ello por una razón que no debemos, a la hora de analizar las condiciones de nuestra moneda, pasar por alto: la inflación, que sigue estando presente, impidiendo la estabilidad de precios y propiciando la pérdida del poder adquisitivo de nuestro dinero.