Economía: hechos y tendencias
Damm Arnal, Arturo
Economía: hechos y tendencias
Con esta primera entrega inicio una serie de colaboraciones para Este País, en las cuales analizaré los hechos y las tendencias de la economía mexicana, lo cual, de entrada, puede parecer poco. ¿Por qué? Porque por lo general a los economistas se nos pide, no el análisis de los hechos, no la presentación de las tendencias, sino la predicción de eventos futuros, tarea no solamente difícil, sino imposible, y ello por una razón muy sencilla: la predicción tiene que ver con hechos que aún no suceden y que, si bien estarán condicionados por los hechos presentes, no están predeterminados por ellos. Si así fuera la libertad de la persona, en general, y de los agentes económicos, en particular, no pasaría de ser una ilusión. Agentes económicos, ¿quiénes? Oferentes y demandantes; ahorradores e inversionistas; exportadores e importadores, quienes deciden, eligen y actúan evaluando los hechos pasados y presentes, y, apostando a un cierto escenario futuro. ¿Apostando? Sí: apostando, no se puede más. Vamos por partes.
Economía: hechos y tendencias
Con esta primera entrega inicio una serie de colaboraciones para Este País, en las cuales analizaré los hechos y las tendencias de la economía mexicana, lo cual, de entrada, puede parecer poco. ¿Por qué? Porque por lo general a los economistas se nos pide, no el análisis de los hechos, no la presentación de las tendencias, sino la predicción de eventos futuros, tarea no solamente difícil, sino imposible, y ello por una razón muy sencilla: la predicción tiene que ver con hechos que aún no suceden y que, si bien estarán condicionados por los hechos presentes, no están predeterminados por ellos. Si así fuera la libertad de la persona, en general, y de los agentes económicos, en particular, no pasaría de ser una ilusión. Agentes económicos, ¿quiénes? Oferentes y demandantes; ahorradores e inversionistas; exportadores e importadores, quienes deciden, eligen y actúan evaluando los hechos pasados y presentes, y, apostando a un cierto escenario futuro. ¿Apostando? Sí: apostando, no se puede más. Vamos por partes.
