La verdad, son a todo dar
Galindo González, Jorge
La verdad, son a todo dar
Están en todos lados, excepto en los círculos polares y en algunas lejanas islas; habitan en las montañas más altas y en las costas, en las regiones tropicales, desiertos y bosques templados; incluso son abundantes en grandes urbes como la Ciudad de México. Su tamaño varía mucho: los murciélagos más grandes -que por cierto se alimentan de frutos- se encuentran sólo en África, Asia y Oceanía y pueden alcanzar una envergadura de hasta dos metros, con casi un kilo de peso, mientras que el más pequeño se encuentra únicamente en Tailandia y es del tamaño de un abejorro, pesa unos dos gramos y sólo tiene tres centímetros de longitud, por lo que es considerado como el mamífero más diminuto del mundo. Sin embargo, en su mayoría, los murciélagos pesan menos de cien gramos, sólo tres especies de las casi mil que existen se alimentan de sangre.
La verdad, son a todo dar
Están en todos lados, excepto en los círculos polares y en algunas lejanas islas; habitan en las montañas más altas y en las costas, en las regiones tropicales, desiertos y bosques templados; incluso son abundantes en grandes urbes como la Ciudad de México. Su tamaño varía mucho: los murciélagos más grandes -que por cierto se alimentan de frutos- se encuentran sólo en África, Asia y Oceanía y pueden alcanzar una envergadura de hasta dos metros, con casi un kilo de peso, mientras que el más pequeño se encuentra únicamente en Tailandia y es del tamaño de un abejorro, pesa unos dos gramos y sólo tiene tres centímetros de longitud, por lo que es considerado como el mamífero más diminuto del mundo. Sin embargo, en su mayoría, los murciélagos pesan menos de cien gramos, sólo tres especies de las casi mil que existen se alimentan de sangre.
