Propuestas para el fomento de la agricultura orgánica en México
Rindermann, Rita
Propuestas para el fomento de la agricultura orgánica en México
En el ámbito internacional, la producción orgánica se ha desarrollado bajo tres esquemas distintos de políticas de apoyo. Por un lado, está el modelo de la Unión Europea (UE), la cual ha declarado a este tipo de agricultura como su objetivo prioritario, porque permite avanzar en la recuperación del medio ambiente, frena el cambio climático y ofrece alimentos sanos a la población, entre otras razones. En este contexto, los altos subsidios que los países miembros de la UE destinan a la agricultura orgánica son considerados inversiones en bienes públicos con beneficios a la población en general y hacia el futuro. Después está el modelo de libre mercado, representado por Estados Unidos y México. En ambos casos, la política oficial considera los productos orgánicos como una alternativa para entrar en nichos de mercado, mientras que el enfoque ambientalista y el alimenticio están completamente ausentes. Los dos países tienen políticas muy similares; apoyan en la apertura de nuevos mercados y subsidian parcialmente la certificación. El tercer esquema lo representan Costa Rica, Cuba, Tailandia y Brasil, entre otros, donde al igual que la UE se prioriza la política de fomento a la producción orgánica, pero también el consumo local.
Propuestas para el fomento de la agricultura orgánica en México
En el ámbito internacional, la producción orgánica se ha desarrollado bajo tres esquemas distintos de políticas de apoyo. Por un lado, está el modelo de la Unión Europea (UE), la cual ha declarado a este tipo de agricultura como su objetivo prioritario, porque permite avanzar en la recuperación del medio ambiente, frena el cambio climático y ofrece alimentos sanos a la población, entre otras razones. En este contexto, los altos subsidios que los países miembros de la UE destinan a la agricultura orgánica son considerados inversiones en bienes públicos con beneficios a la población en general y hacia el futuro. Después está el modelo de libre mercado, representado por Estados Unidos y México. En ambos casos, la política oficial considera los productos orgánicos como una alternativa para entrar en nichos de mercado, mientras que el enfoque ambientalista y el alimenticio están completamente ausentes. Los dos países tienen políticas muy similares; apoyan en la apertura de nuevos mercados y subsidian parcialmente la certificación. El tercer esquema lo representan Costa Rica, Cuba, Tailandia y Brasil, entre otros, donde al igual que la UE se prioriza la política de fomento a la producción orgánica, pero también el consumo local.