Complicidades y apatía
Cantú, Jesús
Complicidades y apatía
El presidente Felipe Calderón y su gabinete se empeñan en culpar al Sindicato Mexicano de Electricistas por la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, pero omiten que, al menos, cuatro aspectos centrales en la crisis de la paraestatal son responsabilidad principal de la administración y no de los trabajadores: los veinticinco mil millones de pesos de robo de luz mediante conexiones ilegales; la cartera vencida de siete mil millones de pesos; los miles de millones de pesos que se fugan por las tarifas especiales y las concesiones a las grandes empresas, y la tarifa de transferencia de la electricidad de la Comisión Federal de Electricidad a mayor costo del que LFC cobra a sus usuarios… Además, no se toman en cuenta los altos sueldos de los sesenta y un principales mandos; es decir, casi diez por ciento de los setecientos ochenta y seis trabajadores de confianza de la empresa, que, según difundió el periódico Excélsior, ganaban más de un millón cuatrocientos mil pesos anuales y gozaban de la misma condonación del pago de setecientos kilovatios bimestrales que los trabajadores sindicalizados.
Complicidades y apatía
El presidente Felipe Calderón y su gabinete se empeñan en culpar al Sindicato Mexicano de Electricistas por la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, pero omiten que, al menos, cuatro aspectos centrales en la crisis de la paraestatal son responsabilidad principal de la administración y no de los trabajadores: los veinticinco mil millones de pesos de robo de luz mediante conexiones ilegales; la cartera vencida de siete mil millones de pesos; los miles de millones de pesos que se fugan por las tarifas especiales y las concesiones a las grandes empresas, y la tarifa de transferencia de la electricidad de la Comisión Federal de Electricidad a mayor costo del que LFC cobra a sus usuarios… Además, no se toman en cuenta los altos sueldos de los sesenta y un principales mandos; es decir, casi diez por ciento de los setecientos ochenta y seis trabajadores de confianza de la empresa, que, según difundió el periódico Excélsior, ganaban más de un millón cuatrocientos mil pesos anuales y gozaban de la misma condonación del pago de setecientos kilovatios bimestrales que los trabajadores sindicalizados.
