Medidas urgentes para desmantelar el autoritarismo
Cárdenas, Jaime
Medidas urgentes para desmantelar el autoritarismo
Las elecciones del pasado cinco de julio de 2009 mostraron que el sistema autoritario mexicano posee instrumentos que impiden concretar la transición a la democracia, aunque ésta se entienda sólo como una categoría electoral… La alternancia en la Presidencia de la República no significó en México el cambio profundo de las reglas de acceso y de ejercicio del poder público. El PAN ha gobernado, porque no ha querido un cambio real, con las reglas del viejo régimen prüsta y con otras que se han ido conformando por la influencia creciente de los poderes fácticos, una vez que la hegemonía del PRI concluyó… Los viejos y nuevos enclaves del sistema autoritario mexicano residen en: uno, las dos grandes televisoras del país, dos, los sindicatos tradicionales, tres, los grandes empresarios que monopolizan sectores fundamentales de la vida económica del país, cuatro, los gobernadores que actúan en sus entidades como señores feudales, cinco, el poder oligárquico de los partidos, seis, la ausencia de instrumentos efectivos anticorrupción, y siete, un diseño institucional no democrático ni orientado a la satisfacción de los intereses generales.
Medidas urgentes para desmantelar el autoritarismo
Las elecciones del pasado cinco de julio de 2009 mostraron que el sistema autoritario mexicano posee instrumentos que impiden concretar la transición a la democracia, aunque ésta se entienda sólo como una categoría electoral… La alternancia en la Presidencia de la República no significó en México el cambio profundo de las reglas de acceso y de ejercicio del poder público. El PAN ha gobernado, porque no ha querido un cambio real, con las reglas del viejo régimen prüsta y con otras que se han ido conformando por la influencia creciente de los poderes fácticos, una vez que la hegemonía del PRI concluyó… Los viejos y nuevos enclaves del sistema autoritario mexicano residen en: uno, las dos grandes televisoras del país, dos, los sindicatos tradicionales, tres, los grandes empresarios que monopolizan sectores fundamentales de la vida económica del país, cuatro, los gobernadores que actúan en sus entidades como señores feudales, cinco, el poder oligárquico de los partidos, seis, la ausencia de instrumentos efectivos anticorrupción, y siete, un diseño institucional no democrático ni orientado a la satisfacción de los intereses generales.