Una bicicleta llamada deseo
Díaz G., Pedro
Una bicicleta llamada deseo
0currió en sábado, en la ciudad de México, y arrancó precisamente en una de sus legendarias arterias viales… Ahí, antes que nada ocurriera, las mujeres policías estaban atentas y tomaban una gráfica, y otra, y otra… ¿Qué observan con tanta insistencia? Es que debemos pasar un reporte, joven. No vaya a creer que es por morbo. No lo vaya usted a creer... Es el siete de junio y amanece lloviendo. Pese a que el cielo no presagia ni una pizca de sol, poco a poco se va tejiendo un movimiento inusual sobre Paseo de la Reforma… Es la multitud que a bordo de sus bicicletas se reúne tras la Puerta de los Leones, en Chapultepec… Pero lo que más llama la atención es la osadía de Omar: es el primero en quitarse los pantalones, dejar al descubierto el torso y sentir el aire frío recorrer, como las miradas de la gente, cada poro de su cuerpo. Click.
Una bicicleta llamada deseo
0currió en sábado, en la ciudad de México, y arrancó precisamente en una de sus legendarias arterias viales… Ahí, antes que nada ocurriera, las mujeres policías estaban atentas y tomaban una gráfica, y otra, y otra… ¿Qué observan con tanta insistencia? Es que debemos pasar un reporte, joven. No vaya a creer que es por morbo. No lo vaya usted a creer... Es el siete de junio y amanece lloviendo. Pese a que el cielo no presagia ni una pizca de sol, poco a poco se va tejiendo un movimiento inusual sobre Paseo de la Reforma… Es la multitud que a bordo de sus bicicletas se reúne tras la Puerta de los Leones, en Chapultepec… Pero lo que más llama la atención es la osadía de Omar: es el primero en quitarse los pantalones, dejar al descubierto el torso y sentir el aire frío recorrer, como las miradas de la gente, cada poro de su cuerpo. Click.