Chernobyl, su herencia tóxica
Knoth, Robert
Chernobyl, su herencia tóxica
Hace veinte años, el veintiséis de abril de 1986, Chernobyl se convirtió en el lugar donde ocurrió el más infausto accidente nuclear de la historia, uno que produjo doscientas setenta veces más radiación que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima. Los niveles de radiación en la planta, quince mil veces más de lo tolerable, fueron suficientemente altos como para destruir el sistema nervioso humano en treinta minutos. Para la mayoría de los habitantes del planeta, el accidente quedó relegado en un rincón distante de la memoria, pero para millones de habitantes de Rusia, Belarús y Ucrania, las consecuencias permanecen y sus vidas están marcadas por la radiación, el desplazamiento, las enfermedades y el trauma. Estas imágenes muestran la herencia tóxica de Chernobyl sobre la humanidad.
Chernobyl, su herencia tóxica
Hace veinte años, el veintiséis de abril de 1986, Chernobyl se convirtió en el lugar donde ocurrió el más infausto accidente nuclear de la historia, uno que produjo doscientas setenta veces más radiación que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima. Los niveles de radiación en la planta, quince mil veces más de lo tolerable, fueron suficientemente altos como para destruir el sistema nervioso humano en treinta minutos. Para la mayoría de los habitantes del planeta, el accidente quedó relegado en un rincón distante de la memoria, pero para millones de habitantes de Rusia, Belarús y Ucrania, las consecuencias permanecen y sus vidas están marcadas por la radiación, el desplazamiento, las enfermedades y el trauma. Estas imágenes muestran la herencia tóxica de Chernobyl sobre la humanidad.