Ilusiones perdidas del verano. Diario de Beirut
Alcoverro, Tomas
Ilusiones perdidas del verano. Diario de Beirut
Maruja Torres, a ti y a mi que tanto amamos Beirut, la ciudad de los espejismos, nos ha arrastrado el ciclón de su nueva desgracia. Llegaste, ilusionada, para escribir tus reportajes sobre este estío con promesas de un anhelado maná de rniles y miles de turistas, ricos y caprichosos turistas árabes, procedentes de los príncípados del Golfo. Esta estación estival iba a ser una gran fiesta. Todo estaba ya preparado en Beirut, hoteles, restaurantes, institutos de belleza, festivales artísticos como el de Balbeck, joyerías como las de Bhamdurn abiertas hasta las altas horas de la noche, para servir a los esperados visitantes. Después de que las excitaciones populares del año pasado, las efímeras ilusiones patrióticas que ahuyentaron a los veraneantes extranjeros se aplacaran, los libaneses se frotaban las manos ante este verano de ilusión.
Ilusiones perdidas del verano. Diario de Beirut
Maruja Torres, a ti y a mi que tanto amamos Beirut, la ciudad de los espejismos, nos ha arrastrado el ciclón de su nueva desgracia. Llegaste, ilusionada, para escribir tus reportajes sobre este estío con promesas de un anhelado maná de rniles y miles de turistas, ricos y caprichosos turistas árabes, procedentes de los príncípados del Golfo. Esta estación estival iba a ser una gran fiesta. Todo estaba ya preparado en Beirut, hoteles, restaurantes, institutos de belleza, festivales artísticos como el de Balbeck, joyerías como las de Bhamdurn abiertas hasta las altas horas de la noche, para servir a los esperados visitantes. Después de que las excitaciones populares del año pasado, las efímeras ilusiones patrióticas que ahuyentaron a los veraneantes extranjeros se aplacaran, los libaneses se frotaban las manos ante este verano de ilusión.