La primera fotonovela en teatro
Gase, Marisol
La primera fotonovela en teatro
Cuando escuché por primera vez el título de esta obra, Sensacional de maricones, lo primero que pensé, por aquello de mi voyerismo, fue: ¡Ay, qué morbo!, ¡ojalá sea una de esas en las que dos muchachos ligan y se besan en escena!", pero no, la obra era mucho más que eso… La anécdota es compleja, y además no tiene complejos: Jaimito está enamorado de su patrón, don Juan Fleudoro Castro y Castro. El suyo es un amor de esos que ya no hay, puro, puro. Sin embargo, Jaimito es un simple muchacho de servicio que trabaja para su patrona, la terrible doña Mariana Bribiesca. El joven sólo busca, además de hacer que la gente del pueblo y sus alrededores deje de llamarlo Jaimito, hacer realidad su sueño de huir a Acapulco para ver, junto con su amor imposible, cómo hermosos cuerpos masculinos se tiran desde lo mas alto de La Quebrada.
La primera fotonovela en teatro
Cuando escuché por primera vez el título de esta obra, Sensacional de maricones, lo primero que pensé, por aquello de mi voyerismo, fue: ¡Ay, qué morbo!, ¡ojalá sea una de esas en las que dos muchachos ligan y se besan en escena!", pero no, la obra era mucho más que eso… La anécdota es compleja, y además no tiene complejos: Jaimito está enamorado de su patrón, don Juan Fleudoro Castro y Castro. El suyo es un amor de esos que ya no hay, puro, puro. Sin embargo, Jaimito es un simple muchacho de servicio que trabaja para su patrona, la terrible doña Mariana Bribiesca. El joven sólo busca, además de hacer que la gente del pueblo y sus alrededores deje de llamarlo Jaimito, hacer realidad su sueño de huir a Acapulco para ver, junto con su amor imposible, cómo hermosos cuerpos masculinos se tiran desde lo mas alto de La Quebrada.