El miedo de Los catarinos
Jazira, Alberto
El miedo de Los catarinos
He decidido abandonar el proyecto. Los motivos no se los puedo manifestar. Sólo puedo aconsejarles que de ahora en adelante no confíen en nadie. Ni siquiera en mí. Las palabras, pronunciadas en octubre pasado por Antoni Castells, iniciaron una época de miedo en La Catarina, que continúa hasta el día de hoy. Castells, entonces profesor de periodismo de la Universidad de las Américas,Puebla, y hoy despedido por, pérdida de confianza, llevaba catorce meses fungiendo como asesor del periódico estudiantil, de línea crítica e independiente de la institución. Esa noche, los catarinos no necesitaron explicaciones comprometedoras: Castells abandonaba el periódico porque se rehusaba a acatar una orden desde arriba para censurar a los estudiantes.
El miedo de Los catarinos
He decidido abandonar el proyecto. Los motivos no se los puedo manifestar. Sólo puedo aconsejarles que de ahora en adelante no confíen en nadie. Ni siquiera en mí. Las palabras, pronunciadas en octubre pasado por Antoni Castells, iniciaron una época de miedo en La Catarina, que continúa hasta el día de hoy. Castells, entonces profesor de periodismo de la Universidad de las Américas,Puebla, y hoy despedido por, pérdida de confianza, llevaba catorce meses fungiendo como asesor del periódico estudiantil, de línea crítica e independiente de la institución. Esa noche, los catarinos no necesitaron explicaciones comprometedoras: Castells abandonaba el periódico porque se rehusaba a acatar una orden desde arriba para censurar a los estudiantes.