Yo sufro, tú sufres, nosotros sufrimos. Somo Emo
Mendiburu, Diego
Yo sufro, tú sufres, nosotros sufrimos. Somo Emo
¿Tú has sufrido?, pregunta Rodrigo, convirtiéndose en entrevistador. Ante una respuesta más bien negativa, pone cara de asco, y haciéndome sentir tremendamente ñoño, emite un sonido parecido a un gruñido: Sólo to contesto porque eres reportero y quiero estudiar periodismo. Él, según plática, si sufre, y mucho. Sufre por amor, por su familia, porque nadie lo comprende. Sufre lo que todos los adolescentes sufren. Pero Rodrigo es diferente. Es más sensible, porque tiene las emociones a flor de piel. Y como él, muchos otros chavos dicen sentir lo mismo. Así que comparten gustos musicales, puntos de reunión y formas de vestir. Se identifican entre ellos y se buscan, se quieren. Sólo ellos pueden comprenderse. Ellos son emos.
Yo sufro, tú sufres, nosotros sufrimos. Somo Emo
¿Tú has sufrido?, pregunta Rodrigo, convirtiéndose en entrevistador. Ante una respuesta más bien negativa, pone cara de asco, y haciéndome sentir tremendamente ñoño, emite un sonido parecido a un gruñido: Sólo to contesto porque eres reportero y quiero estudiar periodismo. Él, según plática, si sufre, y mucho. Sufre por amor, por su familia, porque nadie lo comprende. Sufre lo que todos los adolescentes sufren. Pero Rodrigo es diferente. Es más sensible, porque tiene las emociones a flor de piel. Y como él, muchos otros chavos dicen sentir lo mismo. Así que comparten gustos musicales, puntos de reunión y formas de vestir. Se identifican entre ellos y se buscan, se quieren. Sólo ellos pueden comprenderse. Ellos son emos.