La inquebrantable fe de Esperanza en Santitos
Beckman, Pierina
La inquebrantable fe de Esperanza en Santitos
Santitos, 1998, de la autora mexicana María Amparo Escandón, es su ópera prima. El tema es, básicamente, la fe y la religiosidad de una mujer que ya ha perdido casi todo. La historia comienza en el pueblo de Tlacotalpan, Veracruz. Esperanza, una joven mujer viuda, pierde repentinamente a su hija de doce años, es tanto su dolor, que no puede aceptar su muerte y se lanza en búsqueda de su hija. Esta búsqueda se inicia cuando al ir a recoger al hospital a su hija, Blanca, a quien supuestamente sólo habían operado de las anginas, sólo le entregan un ataúd sellado y el doctor le informa que no puede verla porque la joven ha muerto y no están seguros de qué murió. Al ser desconocida la enfermedad que causó su muerte, no permiten que Esperanza abra el ataúd para ver a su hija. El doctor Ortiz le dice: No podemos arriesgarnos a propagar una epidemia. La funeraria ya tiene órdenes de no abrir el ataúd por ningún motivo. Tiene que sepultarla hoy mismo. Esperanza es forzada a aceptar que su hija se encuentra dentro del ataúd y permite que la entierren de inmediato. La fe en los santos y en la religión es su salvación, es lo único que tiene, ya que poco después de su casamiento, su esposo murió en un accidente dejándola sola y a cargo de su pequeña hija. Sin embargo...
La inquebrantable fe de Esperanza en Santitos
Santitos, 1998, de la autora mexicana María Amparo Escandón, es su ópera prima. El tema es, básicamente, la fe y la religiosidad de una mujer que ya ha perdido casi todo. La historia comienza en el pueblo de Tlacotalpan, Veracruz. Esperanza, una joven mujer viuda, pierde repentinamente a su hija de doce años, es tanto su dolor, que no puede aceptar su muerte y se lanza en búsqueda de su hija. Esta búsqueda se inicia cuando al ir a recoger al hospital a su hija, Blanca, a quien supuestamente sólo habían operado de las anginas, sólo le entregan un ataúd sellado y el doctor le informa que no puede verla porque la joven ha muerto y no están seguros de qué murió. Al ser desconocida la enfermedad que causó su muerte, no permiten que Esperanza abra el ataúd para ver a su hija. El doctor Ortiz le dice: No podemos arriesgarnos a propagar una epidemia. La funeraria ya tiene órdenes de no abrir el ataúd por ningún motivo. Tiene que sepultarla hoy mismo. Esperanza es forzada a aceptar que su hija se encuentra dentro del ataúd y permite que la entierren de inmediato. La fe en los santos y en la religión es su salvación, es lo único que tiene, ya que poco después de su casamiento, su esposo murió en un accidente dejándola sola y a cargo de su pequeña hija. Sin embargo...