El arte del embuste
Jáquez, Antonio
El arte del embuste
Durante su sexenio, Vicente Fox entregó puntualmente sus declaraciones patrimoniales, pero desde el principio hizo trampas. Si en enero de 2001 rompió con la vieja costumbre de la secrecía y dio a conocer el supuesto monto de su patrimonio, los años siguientes recurrió a un sinfín de trucos para evitar que se conociera cuál era realmente su fortuna. Su juego era doble, múltiple: entregaba su declaración a la Secodam, transformada luego en Secretaría de la Función Pública, pero en la versión que hacía pública nunca proporcionaba los detalles de sus nuevas adquisiciones ni las de su cónyuge. Descubiertas ahora sus mañas, Fox sigue mintiendo.
El arte del embuste
Durante su sexenio, Vicente Fox entregó puntualmente sus declaraciones patrimoniales, pero desde el principio hizo trampas. Si en enero de 2001 rompió con la vieja costumbre de la secrecía y dio a conocer el supuesto monto de su patrimonio, los años siguientes recurrió a un sinfín de trucos para evitar que se conociera cuál era realmente su fortuna. Su juego era doble, múltiple: entregaba su declaración a la Secodam, transformada luego en Secretaría de la Función Pública, pero en la versión que hacía pública nunca proporcionaba los detalles de sus nuevas adquisiciones ni las de su cónyuge. Descubiertas ahora sus mañas, Fox sigue mintiendo.