Religiones, laicidad y política en el siglo XXI
Salazar Carrión, Luis
Religiones, laicidad y política en el siglo XXI
Sin duda todavía permanecen enclaves autoritarios y totalitarios en países tan importantes como China, Cuba, Corea del Norte, Vietnam, que pueden verse como los vestigios más o menos amenazadores de la época de la guerra fría. Pero salvo para algunas mentalidades anacrónicas, han dejado de verse como alternativas deseables o como modelos a seguir. Las razones de su persistencia son diversas, pero su futuro como sociedades modernas depende de cualquier manera de su capacidad de transitar gradual y concertadamente a formas democráticas de gobierno. Más preocupante en esta perspectiva resulta la irrupción de fundamentalismos teocráticos en los países islámicos, donde el fracaso reiterado de sus estados para modernizarse y modernizar exitosamente a sus sociedades así como la política aventurera del gobierno norteamericano y sus aliados, han vuelto verosímil la idea de que la democracia y los derechos humanos no son sino la hipócrita justificación de la civilización occidental para oprimir y saquear a las sociedades musulmanas y por ende han alimentado y legitimado la yijad, la guerra santa terrorista contra Occidente.
Religiones, laicidad y política en el siglo XXI
Sin duda todavía permanecen enclaves autoritarios y totalitarios en países tan importantes como China, Cuba, Corea del Norte, Vietnam, que pueden verse como los vestigios más o menos amenazadores de la época de la guerra fría. Pero salvo para algunas mentalidades anacrónicas, han dejado de verse como alternativas deseables o como modelos a seguir. Las razones de su persistencia son diversas, pero su futuro como sociedades modernas depende de cualquier manera de su capacidad de transitar gradual y concertadamente a formas democráticas de gobierno. Más preocupante en esta perspectiva resulta la irrupción de fundamentalismos teocráticos en los países islámicos, donde el fracaso reiterado de sus estados para modernizarse y modernizar exitosamente a sus sociedades así como la política aventurera del gobierno norteamericano y sus aliados, han vuelto verosímil la idea de que la democracia y los derechos humanos no son sino la hipócrita justificación de la civilización occidental para oprimir y saquear a las sociedades musulmanas y por ende han alimentado y legitimado la yijad, la guerra santa terrorista contra Occidente.